Pacto de Estado Ya por Neus Carrasco

Este fin de semana leía un interesante artículo que me ha sorprendido. Aún no hay suficientes datos y no podemos asegurar de manera totalmente fiable que sea así pero la verdad es que personalmente me parece una teoría con muchas probabilidades de acierto. Habla de un estudio presentado en 2003 donde se compararon los resultados de varias compañías británicas que contaban con mujeres en sus cúpulas directivas con otras lideradas solo por hombres y constataron que las compañías lideradas por mujeres iban peor.

Al leer esto me quede sorprendida y decepcionada, ¡qué bien les iban a venir estos datos a todas esas empresas que se resisten a contratar a las mujeres en los puestos de mayor responsabilidad!.

Menos mal que no deje la lectura en ese punto y seguí leyendo, menos mal sobre todo que ese  estudio fue leído por unos investigadores de Psicología Social ingleses que decidieron no conformarse con esos resultados y seguir investigando. Y así, ellos descubrieron que aun siendo ciertos los resultados del estudio, las causas no lo eran. No es que las mujeres dirijan peor, ellos demostraron que esas empresas ya tenían malos resultados antes de la contratación de las mujeres, de hecho constataron que las contrataban justo por eso, porque las empresas atravesaban una gran crisis. Estos investigadores acuñaron el nombre de “precipicio de cristal”. Así que ahora no solo tenemos “techos de cristal” sino también “precipicios de cristal”. No solo nos cuesta mucho más que a los hombres llegar a puestos directivos sino que además parece, si esta teoría se comprueba, estos puestos nos los dan cuando existen muchas posibilidades de despeñarnos por  el precipicio.

En pleno siglo XXI, las mujeres seguimos cobrando menos que los hombres por el mismo trabajo. Según fuentes de CC.OO. una mujer tendrá que trabajar 109 días más por año para que su salario se equipare al de un hombre. El salario anual de la mujer debería incrementarse un 30% para igualarse al de los hombres por realizar el mismo trabajo o trabajo de igual valor.

Es cierto que la crisis económica ha empeorado esta situación, pero solo empeorado porque ni siquiera en los años de mayor “bonanza” económica está situación se resolvio y por qué?. Creo que la respuesta es la que hace años me decía una compañera de ecuador que trabajaba como “empleada de hogar”. Hablábamos del servicio doméstico, de las malas condiciones laborales, estábamos organizándonos en el sindicato para pelear por cambios en ese  "régimen laboral especial" tan injusto y debatiendo la situación ella contesto: esto no sería así si el 90% de las mujeres que trabajan en el servicio doméstico fueran hombres y no mujeres. Y es así, la brecha salarial, los techos de cristal y si acaba demostrándose los precipicios de cristal solo existen por ser mujeres y por ser mujeres nos maltratan,  por ser mujer nos matan, por ser mujer se creen superiores a nosotras. Es así de simple y cruel, solo por el hecho de ser mujer.

PACTO DE ESTADO YA