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Esto no es una fiesta (Basta de discursos) artículo de Sara Delgado

De nuevo 8 de Marzo, Día de la Mujer,persuadida este año para escribir sobre el acontecimiento por alguien a quien quiero mucho, con su aliento y sus ánimos. Pero la necesidad de enfrentarme al concepto de 'celebración', para fundamentarlo y ensalzarlo, me pilla sumergida en un estado de ánimo especial: decepcionada, frustrada, enfadada.  Empachada de realidad. En definitiva, sin ganas de tirar cohetes. 

Me explico. Porque cuanto más lo pienso, menos motivos encuentro para simbolismos que chocan con una realidad social completamente desinteresada en dotarlos de contenido. Los laureles, las condenas, los titulares de prensa políticamente correctos y todo el resto de escenografía por el 8 de Marzo lo conocemos de sobra, y las razones del discurso feminista siguen siendo abrumadoras: que nosotras somos el 51% de la población (23 millones de mujeres, una verdadera mayoría);que la cualificación y la formación superior de las mujeres es un 10 % mayor a la de los hombres; que nosotras copamos institutos, universidades y másters. Y sin embargo, frente a todo ello y un año más desde hace demasiados,el ‘muro’: que la brecha salarial con nuestros compañeros alcanza el 30% o que seguimos ostentado el dudoso mérito de cargar con las tareas domésticas y de cuidado de familiares.. Un suma y sigue.

Este anquilosamiento del proceso social de emancipación de la mujer, este continuo tropezar con la misma piedra lacrimógena, la de las proclamas frente a los hechos; esta hegemonía hipócrita de lo simbólico para  disolver, disipar lo real (ocurre igual con otros discursos sobre injusticias: contra la pobreza, contra los refugiados, contra los desahucios, contra las enfermedades raras…)legitima, a mi entender, que podamosgritar todas a una por el cumplimiento efectivo e inmediato de nuestros derechos como ciudadanas al mismo nivel que los hombres sin tener que recurrir a frases hechas del mainstream mediático, o peor, recurrir a lo más truculento: el recuento de cadáveres de mujeres asesinadas en casos de violencia machista.  Basta ya de discursos.  

Nuestro entorno cercanoes, siempre,el mejor espejo. La crisis orquestada por la panda de chorizos que nos gobierna se ha ensañado especialmente sobre las mujeres y ahora estamos peor, en curva es descendente: sueldos prorrateados de 800,1.000 y 1.200 euros en jornadas abusivas, horas extras impagadas, trabajadoras domésticas (las parejas de ellos) sobrecargadas e impagadas, mujeres embarazadas que son despedidas… ¿Y gracias a quién? ¿A la patronal? ¿A la clase política conservadora, copada también por hombres, que diseñó la reforma laboral? ¿O debemos agradecer algo aesosotros hombres con un pulido discurso de denuncia pero que,en sus decisiones diarias, no se mueven? A quién tenemos que agradecer que nada —nunca— cambie a favor nuestro, pregunto.Un gracias a algunos, no, lo que se requiere es un cambio, hechos.  

Repetir año tras año que la mujer necesita empoderamiento aburre. Pidamos simplemente que se cumplan las palabras. Condiciones laborales dignas, que permitan condiciones personales dignas: que un ama de casa pueda jubilarse, que una limpiadora trabaje por un sueldo digno, que una madre soltera no tenga que tragarse la mentira de que concilia su vida laboral y familiar. ¡Y la solución es realmente fácil!  Porque una a una son, todas, situaciones reales con personas reales que negocian (que niegan o transigen) para concretar derechos reales en contratos, acuerdos y decisiones políticas muy reales.  

Así que las mujeres no queremos más falso apoyo,  porque estamos hartas de la retórica. Celebremos el Día de la Mujer, sí, porque sigue siendo fundamental recordar periódicamente el agravio extenso y reiterado que sufrimos. Pero atención, compañeras y también amigos hombres: esto no es una fiesta. El 8 de Marzo no celebramos ni una tradición ni un Black Friday ni un bonito discurso. Reclamamos la emancipación real.  Exigimos, de una vez, el cambio.   



  Sara Delgado es de San Antonio de Benagéber .
* Forma parte del Colectivo de Esquerra Unida de ese municipio
* Crònica agradece a la autora que comparta sus opiniones con nuestros lectores


Sara Delgado


Publicat per Àgora CT. Col·lectiu Cultural sense ànim de lucre per a promoure idees progressistes Pots deixar un comentari: Manifestant la teua opinió, sense censura, però cuida la forma en què tractes a les persones. Procura evitar el nom anònim perque no facilita el debat, ni la comunicació. Escriure el comentari vol dir aceptar les normes. Gràcies

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