La enajenación económica -refrendada por el pleno ya que supera los 3
millones de euros y rebasa el 10% de los recursos ordinarios- incluye
una cláusula en la que se obliga al adjudicatario a edificar en la
parcela una nave en un plazo máximo de cuatro años con la finalidad de
evitar la "especulación urbanística" o un "pelotazo económico" por parte
de los agentes promotores.
El pleno del Ayuntamiento de Riba-roja ha aprobado la venta de una parcela ubicada en el Parque Logístico de Valencia (PLV) destinada a uso industrial procedente del excedente de aprovechamiento urbanístico que en el año 2006 generó la reparcelación de la zona por un total de 3'3 millones de euros. La enajenación salió adelante con los votos del equipo de gobierno -PSPV, Compromís y Esquerra Unida- y de Ciudadanos, la abstención de Riba-roja Pot y el voto en contra del Partido Popular.
La venta rubricada por el pleno se produce tras declararse desiertos las dos primeras licitaciones públicas. La primera correspondiente a agosto del pasado año cuando no se presentó oferta alguna y la segunda convocatoria de noviembre al ofertar 2'3 millones de euros en total, una cifra exigua que no reunía los requisitos exigidos al ofrecer una cantidad por debajo del precio de tasación.
Con la presente adjudicación, la empresa se compromete en este periodo a construir un mínimo del 35% del edificio futuro para quedar acreditado el cumplimiento de las cláusulas contenidas en el pliego inicial aprobado por el consistorio. "Mientras la parcela no se edifique, el ayuntamiento ostentará el derecho de tanteo y retracto sobre la misma por el mismo importe de la adjudicación", subraya el pliego de condiciones.
En el caso de que el comprador incumpla esta premisa, la parcela enajenada revertiría al ayuntamiento en los mismo términos económicos en los que se ha efectuado la actual operación financiera. El objetivo es que la mercantil adquiriente pueda desarrollar una operación en la que busque una rentabilidad económica a corto plazo y pueda perjudicar los intereses generales.
La parcela municipal ocupa una superficie total de 26.239 metros cuadrados de los que un total de 22.560 metros se consideran edificables en una de las zonas estratégicas por su ubicación que albergará la actividad de una empresa logística. Además, la instalación de la empresa permitirá la creación de entre 12 y 16 puestos de trabajo, un ingreso de 70.000 euros en las arcas municipales en concepto de impuesto de construcciones, instalaciones y obras (ICIO), otros 18.000 euros anuales por IBI y, por último, contribuirá a ahorrar 17.000 euros al año por el mantenimiento de los terrenos.
El concejal de Hacienda y Polígonos Industriales, José Ángel Hernández, ha calificado de "muy positiva" la venta de la parcela "pues permite la creación de empleo y riqueza, un ahorro económico en materia de mantenimiento de la parcela, una consolidación de la industria como motor de crecimiento en Riba-roja por las condiciones estratégicas y las facilidades que concedemos desde el ayuntamiento y, por último, un aumento de los ingresos ordinarios por impuestos y tasas; además, el precio de enajenación a 127 euros el metro cuadrado refleja la buena labor del gobierno local".
El alcalde, Robert Raga, ha añadido que la venta "es un buen ejemplo de la transparencia del actual ejecutivo frente a las políticas anteriores del Partido Popular que adjudicó terrenos a dedo y sin ninguna publicidad; además los 3'3 millones servirán para afrontar las expropiaciones pendientes de la herencia anterior como el caso de la construcción del campo de fútbol del año 1996, el Barranc de les Monges, la parcela de Paretotes, los depósitos de agua o el Barranc de Porxinos, fruto de la nueva gestión son los más de 100.000 euros anuales que se recaudan de más en concepto de impuestos".
La venta rubricada por el pleno se produce tras declararse desiertos las dos primeras licitaciones públicas. La primera correspondiente a agosto del pasado año cuando no se presentó oferta alguna y la segunda convocatoria de noviembre al ofertar 2'3 millones de euros en total, una cifra exigua que no reunía los requisitos exigidos al ofrecer una cantidad por debajo del precio de tasación.
Una
cláusula anti especulación obliga a construir el 35% en el citado
periodo
Con la presente adjudicación, la empresa se compromete en este periodo a construir un mínimo del 35% del edificio futuro para quedar acreditado el cumplimiento de las cláusulas contenidas en el pliego inicial aprobado por el consistorio. "Mientras la parcela no se edifique, el ayuntamiento ostentará el derecho de tanteo y retracto sobre la misma por el mismo importe de la adjudicación", subraya el pliego de condiciones.
En el caso de que el comprador incumpla esta premisa, la parcela enajenada revertiría al ayuntamiento en los mismo términos económicos en los que se ha efectuado la actual operación financiera. El objetivo es que la mercantil adquiriente pueda desarrollar una operación en la que busque una rentabilidad económica a corto plazo y pueda perjudicar los intereses generales.
La parcela municipal ocupa una superficie total de 26.239 metros cuadrados de los que un total de 22.560 metros se consideran edificables en una de las zonas estratégicas por su ubicación que albergará la actividad de una empresa logística. Además, la instalación de la empresa permitirá la creación de entre 12 y 16 puestos de trabajo, un ingreso de 70.000 euros en las arcas municipales en concepto de impuesto de construcciones, instalaciones y obras (ICIO), otros 18.000 euros anuales por IBI y, por último, contribuirá a ahorrar 17.000 euros al año por el mantenimiento de los terrenos.
El concejal de Hacienda y Polígonos Industriales, José Ángel Hernández, ha calificado de "muy positiva" la venta de la parcela "pues permite la creación de empleo y riqueza, un ahorro económico en materia de mantenimiento de la parcela, una consolidación de la industria como motor de crecimiento en Riba-roja por las condiciones estratégicas y las facilidades que concedemos desde el ayuntamiento y, por último, un aumento de los ingresos ordinarios por impuestos y tasas; además, el precio de enajenación a 127 euros el metro cuadrado refleja la buena labor del gobierno local".
El alcalde, Robert Raga, ha añadido que la venta "es un buen ejemplo de la transparencia del actual ejecutivo frente a las políticas anteriores del Partido Popular que adjudicó terrenos a dedo y sin ninguna publicidad; además los 3'3 millones servirán para afrontar las expropiaciones pendientes de la herencia anterior como el caso de la construcción del campo de fútbol del año 1996, el Barranc de les Monges, la parcela de Paretotes, los depósitos de agua o el Barranc de Porxinos, fruto de la nueva gestión son los más de 100.000 euros anuales que se recaudan de más en concepto de impuestos".
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