Desde el pasado lunes, más de 11.000 personas han sido socorridas por la Guardia Costera italiana, lo que pone de manifiesto que por más alambradas y barreras que se construyan los refugiados van a seguir llegando a Europa, poniendo en riesgo sus vidas y dejando sus mínimos recursos en manos de las mafias que trafican con su sufrimiento. El acuerdo de devolución de personas entre la Unión Europea y Turquía está demostrando que si estas personas no pueden acceder por una vía, buscarán otras y estas serán, como se puede comprobar, mucho más peligrosas.
La UE elude su responsabilidad de dar respuesta a los miles de refugiados que se agolpan en sus fronteras, bajo la burda excusa de “combatir la actividad de las mafias”, urdiendo un plan que vulnera la especial protección que el derecho internacional reconoce a los demandantes de asilo. La realidad está demostrando que no solo no se acaba con las mafias sino que se pone en mucho más riesgo la vida de las personas.
El martes fueron siete los muertos, a los que hay que sumar las decenas que se han producido ayer. Son ya decenas de miles los muertos y desparecidos que se han producido desde el inicio de la guerra y es de lamentar que las Instituciones europeas sigan mirando hacia otro lado y no pongan fin a este drama.
Mientras la Unión Europea siga sin entender que este es un problema humanitario, de justicia, y no de fronteras, las personas seguirán padeciendo y muriendo en el Mediterráneo. Como ha demostrado la Historia, cuando se huye del horror, las alambradas y las vallas, por altas que sean, se saltan aunque muchas veces sea a costa de perder la propia vida.
Para CCOO no puede haber nada más importante que las personas y por eso exige que se elimine el vergonzoso acuerdo UE-Turquía, se respete el derecho internacional y se dé pasaje seguro a aquellas personas que soliciten refugio y asilo.
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