Quince años después, San Antonio está en su peor momento desde la segregación el 8 de abril de 1998

Eugenio Cañizares dejará una herencia a sus sucesores/as, que tardará años en poderse asimilar.  

 La delicada situación de su economía le obliga a celebrar el 15 aniversario con una fiesta medieval, lejos de las paellas en la plaza y los grandes eventos.

El 8 de abril de 1998, San Antonio se constituye como municipio independiente, el territorio que ocupa era hasta ese momento término municipal de Paterna, aunque con un régimen de gobierno pedáneo.

Desde entonces el gobierno municipal  ha sido dirigido por el mismo alcalde, Eugenio Cañizares López, que accedió a la jubilación hace aproximadamente dos años, pero que se mantiene en la alcaldia La mayoría de su gobierno, o al menos las personas que lo conforman hoy,  han formado parte de su equipo de confianza desde casi  el principio, aunque  no siempre en el gobierno, puesto que algunos se han ido incorporando a lo largo de estos años.

Son quince años y el municipio atraviesa uno de los peores momentos desde su segregación. Sus cuentas, en sólo 15 años han llegado a ser proporcionalmente las más endeudadas de la comarca y cuesta encontrar otro municipio en la provincia de Valencia con los mismos ratios de endeudamiento. Sin embargo San Antonio, ha desarrollado en ese tiempo la práctica totalidad de su territorio en un Plan General de Ordenación Urbana, que por el camino ha generado muchas plusvalias y que debería haber dotado a todo su término de los mejores servicios de la comarca, puesto que partía de no tener ninguna servidumbre, ni 'hipoteca' previa.

No obstante, el Plan General que ha agotado, la práctica totalidad del territorio del municipio, no permite que sus ciudadanos/as aprecien grandes servicios, ni grandes instalaciones. Al contrario, la mayoría de lo que se ha hecho en San Antonio de Benagéber ha sido con subvenciones y aportaciones externas, de otras administraciones.

Sólo una de las infraestructuras puede achacársele a su presupuesto, la piscina municipal, que también recibió subvenciones, pero precisó del esfuerzo económico del municipio. Hoy día la piscina apenas da al año unos ingresos al Ayuntamiento menos de 10.000 euros anuales por el canon, o alquiler, que paga la empresa a la que se cedió  su explotación. El préstamo para construirla todavía se arrastra en su contabilidad y seguirá por algunos años. El Ayuntamiento, construido sobre el anterior pedáneo, también fue con su esfuerzo, pero muy subvencionado por las otras administraciones.

El resto de las escasas infraestructuras han tenido que ser aportadas por Diputación, Generalitat y Estado (Campo de Fútbol, Casa de la Juventud y Parque de San Vicente), aunque no por ese orden. El Instituto y el Colegio en suelo público, fueron construidos también por la administración valenciana.

Por el camino quedaron ruinas urbanas que no tienen la utilidad para las que se cosntruyeron, tal es el caso de los famosos depósitos situados en Montesano, que sólo podrán distribuir agua con gran cantidad de nitratos, o las ruinas de las obras incipientes y frutradas del polidepórtivo de la calle 8 de abril. Ahora, ni tan siquiera el Centro Depórtivo de la zona de San Vicente cedido a otra empresa será construido, porque la empresa ha renunciado a ello.

El Plan General no ha aportado servicios municipales, pero si nuevos vecinos/as que se han incorporado a las viviendas cosntruidas. San Antonio ha pasado de apenas 2.000 habitantes a los casi 8.000 actuales, cuatro veces más y como dicen algunos vecinos, plena incapacidad de gobernar el territorio.

Quince años después, San Antonio se enfrenta sólo a su futuro, o lo que es peor, se encuentra tremendamente endeudado y sin servicios municipales, incapaz de gestionar su recaudación municipal que, pese al gran número de funcionarios que tiene se encuentra privatizada y pagando más de 170.000 euros anuales. Incapaz también de tener una empresa propia, puesto que el FES, una empresa con nombre rimbombante (Formación y Empleo San Antonio de Benagéber), tuvo que ser cerrada y sin liquidar todavía, porque las deudas que arrastraba impedian sacarlas a la lúz antes de pagarlas. El gran número de funcionarios que tiene, han sido impugnados en casi todas las convocatorias, por sospechas de irregularidades que los medios de comunicación y los grupos de la oposición airearon y siguen denunciando.

San Antonio, no puede celebrar el 15 aniversario

Quince años después, San Antonio se ha hipotecado por diez años con un Plan de Ajuste que está dejando sin servicios municipales al municipio y con grave riesgo de recorrer el camino contrario al del 8 de abril de 1998, porque la Ley de Reforma de la Administración Local, que su propio grupo el Partido Popular está tramitando en Madrid, puede dejarlo sin competencias y devolverlo a un estado similar al de pedáneo.

Sus 'personales' maneras de entender la democracia, han llevado a su grupo a romperse en varias ocasiones, hasta dos concejales perdió en el pasado, porque se le salieron del grupo y se fueron al grupo mixto. Hoy día, el Partido Popular de San Antonio es un hervidero de divisiones y sus actividades internas han dado momentos como el reciente 'desafio' del concejal Felipe del Baño, saliéndose del Pleno para no votar una propuesta de su alcalde y, tampoco votar con la oposición. Estas contínuas rupturas, a juicio de la oposición, le obligan a mantener un nivel de 'satisfacción económica' alta entre sus miembros del gobierno, un mecanismo que les vacuna frente a las tentaciones rupturistas internas.

Eugenio Cañizares dejará una herencia a sus sucesores/as, que tardará años en poderse asimilar.