El circo del Señor Pérez ha llegado a Alicante. Sus artistas se juegan la vida a diario y por eso el Señor Pérez se siente muy orgulloso de ser uno de los pocos osados que luchan por perpetuar 'El mayor espectáculo del mundo'. Aunque en su caso se trate del más pequeño. El Señor Pérez tiene un circo de pulgas.
Para su actuación de mañana en Alicante, el circo ha sustituído su tradicional carpa por el espacio 'La Caja Negra' del Centro Cultural Las Cigarreras. Un lugar ideal donde las pulgas cuentan hasta con su propio camerino. Hoy hemos acudido a su ensayo general y puesto que no sé lo que me voy a encontrar, he salido de casa provisto de lupa y una buena dosis de escepticismo. ¿Realmente voy a ver algo?
Nada más llegar el Señor Pérez me tranquiliza: "Para disfrutar de este circo no hace falta que la gente traiga nada. Si tienen lupa la pueden llevar, y los que no tengan lupa no se preocupen porque nosotros llevamos todo lo necesario para que las pulgas se puedan ver perfectamente". Pero yo sigo teniendo mis dudas: ¿Qué pasa con los miopes y la gente corta de vista? "Los miopes incluso las verán mejor -contesta el Señor Pérez- pues hay que acercarse mucho a verlas y ellos están acostumbrados a ello. Nos pasó una vez que vino un ciego a ver el espectáculo y una de las pulgas le saltó a su cabeza, enseguida lo notó. Fue muy emocionante".
En un momento dado la charla se ve interrumpida por la salida a escena de los artistas, que el Señor Pérez se va encargando de presentarme. Es difícil verlas, pero sin duda están ahí. "El circo tiene seis pulgas, y cada una se ha especializado en una disciplina. Tenemos a Inasio que hace levantamiento de piedra, Celedona que hace funambulismo, Martina Fiz y Fermina Cacho que hacen una carrera de pulgas, Margarita que se tira a la piscina desde un trampolín, y Sabrina, la pulga bala que sale disparada por un cañón".
"Cuando la gente viene al circo la reacción primera es de escepticismo hasta que ven la primera pulga, luego disfrutan del espectáculo todos"
Se trata de ejercicios arriesgados en los que "peligra la vida del artista". "En Gandia nos pasó que Celedona cayó desde la cuerda floja y se dañó una de sus patitas. El público aplaudió a rabiar para animarla, fue increíble. Tardó dos semanas en recuperarse, pero una vez recuperada, otra vez a hacer sus ejercicios y sin miedo. Yo mismo me asombro una y otra vez de la capacidad de recuperación y de superación de estos diminutos seres", me cuenta orgulloso el Señor Pérez.
El Señor Pérez es el maestro de ceremonias de esta peculiar troupe microscópica, y ha sido el encargado de adiestrarlas y enseñarles todo lo que saben, aunque él prefiere definirse como entrenador. "Realmente una pulga no se adiestra, sino que se entrena; no soy domador de pulgas, sino entrenador. Cuando empecé a entrenar pulgas todo era un desastre, pues empecé con pulgas de perro o gato, pero no valen para trabajar en un circo y encima sus picaduras, o más bien mordeduras, son muy molestas y duelen de verdad. La pulga que sirve es la 'pulex irritans' o pulga del hombre, que es muy difícil de encontrar. Este tipo de pulgas transmiten sus conocimientos, por llamarlo de alguna manera, de generación en generación, digamos que son una dinastía. Las mías me las proporcionó un entrenador de pulgas que es muy amigo mío que se llama Xavi Puk".
Las pulgas circenses son de la especie 'pulex irritans', muy difíciles de encontrar. Foto: Jordi Garriga.
En el transcurso de la conversación mi escepticismo inicial va convirtiéndose en admiración. Si adiestrar un elefante debe ser complicado, no puedo ni imaginarme la dificultad que supondrá trabajar con animales casi invisibles. "Cualquier animal es difícil de adiestrar o enseñar cuando no se sabe", relata el entrenador de pulgas. "Una vez que se conocen ciertas técnicas y utilizando el sentido común de no hacer daño a los animales, todo es más fácil. Conozco domadores de elefantes y parece fácil cuando lo ves, pero detrás hay mucho trabajo en horas e investigación, tanto con estos animales como con los míos".
Un trabajo arduo para el polifacético Señor Pérez. Su trayectoria es una combinación de circo y teatro; siempre está enfrascado en alguna de las dos disciplinas y no puede vivir sin ellas. Es miembro de la asociación cultural de artes escénicas TADIR y del Dúo Magionetas, con quien ha recibido el premio nacional de magia con uno de sus personajes. Pero, aún así, el Señor Pérez es una persona sencilla, que pasa desapercibida, pues las verdaderas estrellas del espectáculo son sus pulgas. En su show de ventriloquía pasa exactamente lo mismo y son sus muñecos quienes se llevan toda la atención, y no es para menos, pues como él mismo dice, "muchos cantan mejor que yo".
¿Pero merece la pena tanto trabajo? El Señor Pérez no lo duda. "Cuando la gente viene al circo la reacción primera es de escepticismo hasta que ven la primera pulga, luego disfrutan del espectáculo todos. Una anécdota que no se me olvidará, sucedió en León, cuando una señora no paraba de hacerle fotos a su madre riendo…luego vino a hablar con nosotros y nos dio las gracias por hacer reír a su madre, a quien hacía mucho tiempo que no veía así. Solo por detalles como éste, y por hacer que la gente se olvide por unos instantes de sus problemas, merece la pena el trato y el cuidado de mis pulgas".
Circos en miniatura
A veces cuesta verlas, pero son auténticas artistas. Foto: Magic Puk.
Los circos de pulgas son espectáculos donde estos diminutos animales de entre 1'5 y 3 milímetros son los protagonistas. Según la Flea Circus Research Library , las primeras personas en utilizar pulgas en espectáculos de este tipo fueron los relojeros. De este modo conseguían asombrar a sus potenciales clientes con sus habilidades para la manipulación de objetos y piezas diminutas.El primer testimonio escrito de una exhibición de esta clase lo encontramos en 1578, cuando el maestro herrero londinense Mark Scaliot consiguió atar una cadena de oro al cuello de una pulga. Desde entonces se multiplicaron los espectáculos de este tipo alrededor de todo el mundo, Según Xavi Puk, uno de los expertos en el tema y redactor de la entrada sobre circos de pulgas en la Wikipedia , "uno de los entrenadores más populares del mundo es Hans Mathes, que utiliza pulgas vivas y las exhibe anualmente en el concurrido festival Oktoberfest de Munich. Paralelamente los ilusionistas toman el relevo y en algunos casos sus circos no utilizan insecto alguno, y radican en la habilidad del artista y a varios dispositivos eléctricos, magnéticos y mecánicos para convencer a la audiencia de su existencia". | ||
| autor Toni Esteve de NONADA |
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