El viaje del presidente argentino, Javier Milei, a España es el mejor retrato posible para mostrar quién es realmente, qué forma tiene de hacer política y qué intereses defiende esa nueva legión de políticos y economistas que se consideran a sí mismos paladines de la libertad, garantes únicos de los derechos individuales y máximos defensores de la competencia y el capitalismo de libre empresa. Es de agradecer.
Milei viaja invitado por Vox, un partido de extrema derecha, defensor de dictaduras como la de Franco y que rechaza la Constitución, oponiéndose a bastantes de sus contenidos esenciales. Un partido que no lucha por la libertad pues persigue, desprecia e insulta a quien no tiene sus ideas y que considera enemigos a quienes tenemos principios y valores diferentes. Un partido que no acepta la democracia desde el momento en que declara ilegítimo al gobierno formado por sus adversarios tras elecciones libres y con suficiente mayoría parlamentaria. Y un partido que, en el terreno económico, defiende medidas que se ha demostrado hasta la saciedad que producen mayor concentración de la renta en los más ricos y pobreza, peor funcionamiento de las economías y más deuda y destrucción de empresas porque benefician a las grandes empresas y a los bancos y fondos de inversión que viven justamente de eso.
Prueba de ello es que, además de reunirse con la extrema derecha, Milei sólo lo haga además con grandes poderes económicos. No con los empresarios, como se ha dicho, no con pequeñas y medianas empresa, con la empresa familiar o representantes de autónomos o microempresas. Ni, por supuesto, con representantes de trabajadores.
Milei se ha retratado con este viaje a España: muestra sin disimulo cuál es su posición política y su relación con la democracia y las libertades, y señala también con la misma claridad para quién trabaja y los intereses que defiende. No el general sino el de las grandes empresas con quien se reúne y que hoy día representan la deriva del capitalismo hacia la ineficiencia y el despilfarro, la especulación y el rentismo.
Milei lo ha dejado claro: en política defiende el totalitarismo, y en economía el capitalismo de oligopolios y de amiguetes que ganan dinero gracias a su influencia y poder político. Por eso es muy de agradecer su visita.
Como decimos en mi tierra, gracias a esta visita de Milei, se les ha visto el plumero a los economistas y políticos libertarios y a las organizaciones y medios desde los que difunden sus ideas.
Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla ||
* Creative Commons que republicamos por su interés agradeciéndole al autor que comparta sus opiniones con nuestros lectores
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