Hallada una moneda del rey ostrogodo Totila en los trabajos arqueológicos
Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de València la Vella, impulsadas por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y con la colaboración del Institut Català d’Arqueologia Clàssica de Tarragona, han permitido consolidar la tesis de que este emplazamiento visigodo era un importante centro de producción de vidrio y de hornos metalúrgicos en sus años de máximo esplendor en una ciudad de 5 hectáreas de extensión cimentada bajo un estilo urbanístico organizado y delimitado por altas murallas.
Los trabajos de excavación, dirigidos por Miquel Rosselló, Francesc Rodríguez y Alejandro Lara y la coordinación general de Albert Ribera, descubren una ciudad monumental basada en una vida interior muy dinámica con tres zonas diferenciadas entre ellas, especialmente por la topografía y por las murallas interiores que se levantan a su paso y que se han limpiado de la abundante vegetación existente.
La parte superior del yacimiento estaba coronada por la denominada Ciudadela, una acrópolis, y tenía una evidente función religiosa gracias al edificio monumental hallado y que serviría para el uso de los estamentos privilegiados de la época, entre finales del siglo VI y principios del VIII. Los trabajos de este año constatan una fortificación interior notable para separar cada una de los estratos.
La parte intermedia está conformada por un barrio que albergaría las actividades productivas como la fabricación de vidrio, almacenaje de cereales y la existencia de pequeños hornos de origen, posiblemente, metalúrgico. Esta parte del yacimiento también se destinaría como vivienda y diversas estancias para la vida de la población y las gentes que allí permanecían.
El tercero de los barrios de esta ciudad se sitúa en el área inferior del yacimiento de Riba-roja de Túria y en él se concentran una buena parte de los edificios más monumentales e identificados por las excavaciones que allí se realizaron hace más de 40 años. Una parte de la zona inferior no se puede estudiar todavía ya que permanece, actualmente, en manos privadas.
En los trabajos de este año, codirigidos por Josep Maria Macias, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica, se han definido dos nuevas torres de la muralla exterior gracias a las tareas de limpieza intensa contra una planta invasora desarrollada durante los últimos meses, la falsa murta Murraya paniculata. Un muro de dimensiones notables que forma parte de otro edificio monumental y una parte del empedrado de la plaza principal de la ciudad completan los hallazgos de la edición de este año.
Por último, las excavaciones han sacado a la luz nuevas monedas de la época que se añaden a las de ediciones anteriores, más de 250 en total. En esta ocasión, gracias a las tareas de Òscar Caldès, se han descubierto 28 nuevas monedas en València la Vella, de procedencia romanas, bizantinas del norte de África y visigodas. Entre ellas destaca una cuñada en Roma y que pertenece al rey ostrogodo Totila, fallecido en el año 552 y conocido también con el nombre de Baduila.
Las áreas que se han descubierto y estudiado en València la Vella, especialmente la zona intermedia comercial, formarán parte del trayecto que recorrerán a partir del año 2022 los visitantes y turistas dentro del programa municipal de convertir el yacimiento en un parque de carácter científico, educativo y turístico que servirá para poner en valor las características y los rasgos más conocidos de la época visigoda.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha destacado “los nuevos hallazgos que han aflorado en los trabajos arqueológicos de este año que vienen a confirmar la importancia de este yacimiento dentro de la época visigoda y su enorme potencial en toda la península, por ello se podrá visitar a partir del próximo año 2022 para que pueda ser disfrutado y estudiado por todos los vecinos y turistas que se acerquen hasta él”.
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