Millòn y medio de Palestinos viven en la Franja de Gaza,
un pequeño territorio asediado por Israel. Foto: Rumbo a Gaza.
Esa cárcel es Gaza, cuya población resiste heroicamente desde hace seis años un estado de excepción brutal infligido por Israel y permitido por el resto de países. Millón y medio de personas se hacinan en una ratonera de 42 kilómetros de largo por nueve de ancho. Los suministros básicos se cortan habitualmente, la tasa de desempleo es la más alta del mundo (un 50%), y los ataques aéreos y asesinatos de civiles están a la orden del día.
Para denunciar la situación a la que están sometidos los habitantes de este territorio y de toda Palestina nació en 2010 Rumbo a Gaza, un movimiento surgido de la sociedad civil que no se ha cerrado a la colaboración de ningún tipo de entidad, pero reivindica su independencia respecto a partidos, sindicatos e instituciones. Y con la sociedad civil palestina tienen su compromiso.
El origen de Rumbo a Gaza está en la I Flotilla de la Libertad, que intentó romper el bloqueo con la entrega de ayuda humanitaria y desembocó en el asalto al barco Mavi Marmara, una acción del ejército israelí que acabó con 9 activistas asesinados en aguas internacionales y 70 civiles heridos. La intervención de la armada israelí contravino toda la legalidad internacional vigente e impidió la llegada de la ayuda. En 2011 se intentó romper las barreras con la II Flotilla, pero los barcos fueron retenidos en Grecia, y uno que trató de alcanzar las costas de Gaza desde Marsella fue de nuevo asaltado y saqueado por Israel.
El Estelle ha realizado ya parada en San Sebastián,
a Barcelona. Foto: Rumbo a Gaza.
Acogida “espectacular”
Los tripulantes del Estelle están gratamente sorprendidos con la recepción que les ha brindado Alicante: “ha sido espectacular, muy positiva. Ha sido la ciudad en la que más ampliamente nos han acogido todos los estamentos e instituciones”, explica Manuel Espinar, uno de los representantes a bordo. Incluso les han recibido alcaldes del PP para darles su apoyo, aunque en algunos actos el único partido que se ha echado en falta ha sido el propio PP.
Los miembros de Rumbo a Gaza se han encontrado las puertas abiertas de ayuntamientos, auditorios de las universidades (que han estado llenos en todos los actos), y las mayores facilidades posibles en todos los sentidos. ¿Por qué han parado allí? “Porque es un puerto en el centro del Mediterráneo, y porque hay un grupo potente de ‘Rumbo a Gaza’ aquí, y funciona muy bien”, explican desde el Estelle.
En 2013 los palestinos tratarán de romper
el bloqueo también desde dentro. Foto: Rumbo a Gaza.
Espinar atiende la llamada mientras se gestiona la donación de más material, 40 toneladas de cemento que ha conseguido una asociación local. “Vamos recogiendo lo que nos den y creemos que nos pueda servir en cada puerto que paramos”, cuenta. Y al mismo tiempo organizan conciertos, charlas, debates, recepciones oficiales y comidas populares “con el único objetivo de sensibilizar, de recabar apoyos y dar a conocer la realidad del pueblo palestino al máximo de gente posible para que la población presione a los políticos y que pidan a Israel otro trato respecto a Palestina”.Rompiendo el bloqueo desde dentro
La elección del Estelle no es casual. Este barco de más de 90 años tiene una gran carga simbólica en Suecia, ya que se utilizó en su día para labores de comercio justo entre Angola y Finlandia, y además lleva el nombre de la esposa de un diplomático asesinado en las calles de Jerusalén en 1948, cuando mediaba para evitar la guerra que desató la partición de la Palestina histórica.
Esta tercera flotilla tiene un elemento diferente a las demás. El bloqueo se va a intentar romper desde fuera con el Estelle, en un movimiento de la sociedad civil mundial, pero también desde dentro con el Arca de Gaza, un barco que se construirá en la franja para reclamar el libre derecho a la navegación y el comercio de una ciudad que vive aprisionada, en la que a los pescadores se les roba y ataca como si fuesen el enemigo. Los materiales que puedan cargarse en el Arca de Gaza tratarán de llegar a diferentes puertos europeos donde puedan ser vendidos, una actividad de lo más normal, siempre que no se trate de Palestina e Israel.
* Guillem Sanchis desde NONADA
* Crónica agradece al autor y a NONADA que comparta sus artículos
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