Algunas interinidades superan los 15 años de antigüedad
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha sacado a concurso-oposición un total de 121 plazas municipales con la finalidad principal de terminar con cerca del 32% de precariedad laboral que afecta, actualmente, a sus empleados públicos. El proyecto está incluido en la oferta de empleo público (OEP) elaborado y previsto por el consistorio y que se llevará a cabo durante este mismo año.
El equipo de gobierno de Riba-roja -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- han pactado con los sindicatos representados en el ayuntamiento un plan de regularización y consolidación de los puestos de trabajo de forma que tras su puesta en marcha se pueda conseguir una estabilización adecuada de los empleados públicos que arrastran desde hace años una precariedad laboral.
La precariedad laboral de los 121 empleos que se sacan ahora a concurso sobre un total de 370 trabajadores de los que consta la plantilla del ayuntamiento se traduce en algunos casos con interinidades con más de 15 y 20 años de antigüedad en algunos casos por la inacción que hasta ahora se había auspiciado desde los anteriores gobiernos municipales en materia de política de personal.
Entre las plazas que salen ahora a concurso público caben destacar los 18 puestos de trabajo de conserjes, profesores de música o auxiliares de desarrollo local o auxiliares administrativos en personal funcionarial del apartado de oferta ordinaria; otras 11 plazas de profesor de música, 6 de profesores de danza, otros 7 de conserjes, 7 de administrativos o una plaza de ingeniero técnico industrial en el apartado de oferta extraordinaria y personal funcionario.
La oferta de empleo también afectará a otras 9 plazas de monitores deportivos, 10 monitores de la escuela infantil municipal, 3 ayudantes del auditorio, 6 telefonistas de atención al público, 2 conductores de autobús, 9 técnicos superiores en educación infantil, una plaza de artista-guitarrista, una de oficial de cabina, otra de taquillero en recepción o un técnico auxiliar de juventud, entre otras.
La oferta de empleo público de Riba-roja de Túria busca no solo cumplir la legislación vigente emanada del Estado en materia de administraciones públicas locales que establece un periodo máximo de tres años para ejecutar esta consolidación de los puestos de trabajo sino erradicar la situación irregular que sufren muchos de los trabajadores del ayuntamiento con varios lustros de interinidad.
La plantilla del Ayuntamiento de Riba-roja ha pasado de 342 a 368 empleados en esta legislatura como consecuencia del aumento de los servicios y las prestaciones públicas ofrecidas a los ciudadanos. Estos procesos de estabilidad laboral son posibles en el marco del nuevo acuerdo suscrito en el sector público para el año 2018 impulsado por los sindicatos que permite a los ayuntamientos reforzar sus plantillas al tiempo que se apuesta por una reducción notable de la temporalidad laboral.
En este procedimiento de regularización del personal del ayuntamiento no se producirá ninguna descompensación económica en las arcas municipales, de forma que no supondrá ni un incremento del gasto ni tampoco un incremento del número de empleados públicos ya que el único objetivo del ejecutivo local es consolidar los propios puestos de trabajo municipales.
El concejal de Personal, José Luis López, ha lamentado que durante años "los empleados públicos han estado al libre albedrío de los gobernantes del Partido Popular del que formaba parte la actual portavoz María José Ruiz como miembro de las mesas de contratación que, posteriormente, han desencadenado en situaciones de notable precariedad y, por ello, el proceso que ponemos ahora en marcha quiere terminar con esas prácticas repudiables del pasado e iniciar una etapa nueva basada en una plantilla estable".
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha sacado a concurso-oposición un total de 121 plazas municipales con la finalidad principal de terminar con cerca del 32% de precariedad laboral que afecta, actualmente, a sus empleados públicos. El proyecto está incluido en la oferta de empleo público (OEP) elaborado y previsto por el consistorio y que se llevará a cabo durante este mismo año.
El equipo de gobierno de Riba-roja -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- han pactado con los sindicatos representados en el ayuntamiento un plan de regularización y consolidación de los puestos de trabajo de forma que tras su puesta en marcha se pueda conseguir una estabilización adecuada de los empleados públicos que arrastran desde hace años una precariedad laboral.
La precariedad laboral de los 121 empleos que se sacan ahora a concurso sobre un total de 370 trabajadores de los que consta la plantilla del ayuntamiento se traduce en algunos casos con interinidades con más de 15 y 20 años de antigüedad en algunos casos por la inacción que hasta ahora se había auspiciado desde los anteriores gobiernos municipales en materia de política de personal.
Entre las plazas que salen ahora a concurso público caben destacar los 18 puestos de trabajo de conserjes, profesores de música o auxiliares de desarrollo local o auxiliares administrativos en personal funcionarial del apartado de oferta ordinaria; otras 11 plazas de profesor de música, 6 de profesores de danza, otros 7 de conserjes, 7 de administrativos o una plaza de ingeniero técnico industrial en el apartado de oferta extraordinaria y personal funcionario.
La oferta de empleo también afectará a otras 9 plazas de monitores deportivos, 10 monitores de la escuela infantil municipal, 3 ayudantes del auditorio, 6 telefonistas de atención al público, 2 conductores de autobús, 9 técnicos superiores en educación infantil, una plaza de artista-guitarrista, una de oficial de cabina, otra de taquillero en recepción o un técnico auxiliar de juventud, entre otras.
La oferta de empleo público de Riba-roja de Túria busca no solo cumplir la legislación vigente emanada del Estado en materia de administraciones públicas locales que establece un periodo máximo de tres años para ejecutar esta consolidación de los puestos de trabajo sino erradicar la situación irregular que sufren muchos de los trabajadores del ayuntamiento con varios lustros de interinidad.
La plantilla del Ayuntamiento de Riba-roja ha pasado de 342 a 368 empleados en esta legislatura como consecuencia del aumento de los servicios y las prestaciones públicas ofrecidas a los ciudadanos. Estos procesos de estabilidad laboral son posibles en el marco del nuevo acuerdo suscrito en el sector público para el año 2018 impulsado por los sindicatos que permite a los ayuntamientos reforzar sus plantillas al tiempo que se apuesta por una reducción notable de la temporalidad laboral.
En este procedimiento de regularización del personal del ayuntamiento no se producirá ninguna descompensación económica en las arcas municipales, de forma que no supondrá ni un incremento del gasto ni tampoco un incremento del número de empleados públicos ya que el único objetivo del ejecutivo local es consolidar los propios puestos de trabajo municipales.
El concejal de Personal, José Luis López, ha lamentado que durante años "los empleados públicos han estado al libre albedrío de los gobernantes del Partido Popular del que formaba parte la actual portavoz María José Ruiz como miembro de las mesas de contratación que, posteriormente, han desencadenado en situaciones de notable precariedad y, por ello, el proceso que ponemos ahora en marcha quiere terminar con esas prácticas repudiables del pasado e iniciar una etapa nueva basada en una plantilla estable".
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